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Cómo hacer botellas de la calma DIY

13 de agosto de 2017

La botella sensorial es uno de los elementos estrella para la gestión de los estados de ánimo de tu peque. Básicamente, parece tratarse sólo de una botella con agua y purpurina, pero cuando la uses con la finalidad de tener bajo control los momentos de ansiedad o enfado de tu peque, te sorprenderán todos sus efectos y beneficios. Es por eso que, si no lo has hecho ya, queremos que la pruebes y en este post te dejamos las instrucciones para que sepas cómo hacer tu propia botella de la calma casera. ¡Estas son las molonas propuestas de Moraig the Store!

La botella sensorial: una herramienta perfecta para terminar con los estados de ansiedad de tu peque.

Antes de que te pongas a elaborar tu propia botella de la calma casera, queremos que tengas claro el por qué está tan recomendada para la gestión de los estados de ánimo de los y las más peques de la casa.

El bote sensorial es una de las técnicas educativas más populares y efectivas del método Montessori y es usado como una especie de canalización emocional. Sobre todo está recomendado para tratar y reducir los estados de ansiedad y enfado en los y las peques, aunque también es bueno para trabajar la concentración y la atención selectiva. Mientras tu peque se encuentre agitando su botella sensorial, estará liberando todas sus tensiones emocionales y, cuando estas se vean reducidas, dejará de agitar el frasco y por tanto la purpurina comenzará a caer lentamente, la visión de la cual tendrá un efecto relajante que terminará por borrar cualquier estado de ansiedad o irritación que pueda haber sufrido tu peque.

El bote sensorial es por tanto una herramienta muy efectiva para tratar la hiperactividad, pero también puede resultar muy útil en los niños y niñas con autismo o problemas de conducta. Además, esta botella sensorial la podrás utilizar en cualquier momento y en cualquier lugar, por lo que es recomendable que la lleves detrás y de esta forma tu peque pueda gestionar los estados de ansiedad cuando lo necesite. Si estás dudando acerca de si una “simple” botella puede tener tantos efectos positivos sobre las emociones de tu peque, te animamos a que la pruebes y te pongas manos a la obra junto a tu peque para hacer vuestra propia botella de la calma casera. ¡Es muy fácil y en Moraig the Store estamos seguros de que no te decepcionará!

Crea tu propia botella de la calma casera con nuestras 2 sencillas propuestas

A continuación, te dejamos dos métodos para hacer tu propio bote sensorial con materiales diferentes, según tus gustos, pero con resultados igual de positivos y beneficiosos para las emociones de tu peque. ¿Con qué botella de la calma casera te quedas?

1.Tu Botella sensorial de cristal. Como su propio nombre indica, aquí te dejamos el paso a paso y los materiales necesarios para hacer tu propia botella de la calma casera de cristal. Si optas por este tipo de bote sensorial es probable que el resultado final sea más bonito, aunque lo cierto es que puede ser menos recomendable para tu peque debido a que pesará más y es más frágil. Aún así, es una muy buena opción para niños y niñas más mayores y también lo es si lo que quieres es tener la botella sensorial en casa, sobre una estantería o mueble, convirtiéndola pues en una herramienta para la gestión de las emociones de tu peque pero también en un elemento decorativo más. ¡Y muy molón y original!

Para elaborar tu bote sensorial de cristal necesitarás: una botella o bote de cristal del tamaño que quieras (y adaptado a las características de tu peque), purpurina de colores o sólo de un color (según tus preferencias y las de tu peque, aunque lo ideal es decantarse por tonos de brillantina más claros ya que son más relajantes), pegamento transparente o con purpurina, agua templada del grifo, colorante alimentario (en caso de que quieras darle color al agua) y una cuchara sopera y otra de postre que utilizarás durante el proceso de creación de tu botella sensorial personalizada.

Los pasos para hacer tu propia botella de la calma casera son muy sencillos y si dispones de los materiales, en unos pocos minutos podrás tener tu propio bote sensorial listo para tranquilizar a tu peque.

  • En primer lugar, tienes que verter la botella de agua templada en tu recipiente o botella de cristal hasta llenar aproximadamente una octava parte del mismo.
  • Luego tienes que añadir al agua templada dos cucharadas soperas del pegamento que hayas escogido. En este paso deberás tener en cuenta que cuanto más pegamento añadas en la mezcla más tiempo tardará la purpurina en descender cuando ya tengas tu bote sensorial terminado, por lo que podría resultar más relajante para tu peque.
  • Después, deja que tu niña o niño elija el color de purpurina que quiera que predomine en su botella de la calma casera, teniendo en cuenta que es mejor que los tonos sean claros ya que resultan más relajantes. Cuando hayáis llegado a un consenso en lo que respecta al color de la purpurina, has de añadir unas 3 o 4 cucharaditas de postre con la purpurina a la mezcla del agua con el pegamento y después removerlo para que todo quede bien mezclado.
  • A continuación, agrega dos o tres gotas de colorante alimentario a la mezcla (en caso de que quieras que el agua tenga color) y una vez más te recomendamos que el color elegido sea claro ya que el resultado final de tu bote sensorial será mucho más relajante para tu peque. Optar por tonos más llamativos o chillones puede derivar en que tu botella sensorial no tenga los mismos efectos positivos y relajantes.
  • Por último, rellena la botella con más agua y, en caso de que sea necesario, añade más purpurina de color. Después sólo tendrás que cerrar la botella con su tapón correspondiente y asegurarte de que se encuentra bien cerrada (y no se produzcan escapes de líquido) para darle a tu peque su botella sensorial exclusiva y adaptada a sus necesidades y gustos.

2. Tu botella sensorial de plástico. La elaboración de este bote sensorial es muy similar al anterior, pero variaremos algunos materiales para crear una botella sensorial más adaptada a las necesidades de tu peque y a sus gustos. Así pues, además de la purpurina que es vital en este tipo de botellas de la calma, añadiremos otros pequeños objetos que darán un toque más divertido pero siempre relajante a esta útil herramienta con la que los más peques de la casa aprenderán a controlar sus emociones.

Para elaborar este otro tipo de bote sensorial necesitarás: una botella de plástico transparente del tamaño que le resulte más cómodo a tu peque, agua, cola transparente o con purpurina, purpurina de colores o de un sólo color (recuerda que los tonos más suaves resultan más relajantes), pegamento y otros pequeños objetos cuyos colores no sean muy llamativos, como por ejemplo lentejuelas, pequeñas gomas elásticas o figuritas de silicona que brillen en la oscuridad y quepan por la boca de lo que terminará convirtiéndose en la botella sensorial personalizada de tu peque.

Y en cuanto al paso a paso para hacer tu propio bote sensorial de plástico en casa, es tan sencillo como:

  • En primer lugar coloca dos cucharadas de la cola transparente o con purpurina en tu botella de plástico vacía.
  • Después agrega una buena cantidad de la purpurina que hayáis escogido. Puede ser de un sólo color, o también podéis optar por combinar dos o tres tonos de purpurina para crear bonitas combinaciones, siempre teniendo en cuenta que los colores suaves son más relajantes que otros que puedan resultar más llamativos o contrastar más. Todo influye en la creación de la botella sensorial perfecta para tu peque, por lo que es importante que dejes que el niño o niña escoja el color de la purpurina que más le guste, aunque le puedas asesorar para que los tonos combinen mejor o sean más relajantes.
  • Luego es el turno de añadir los pequeños objetos que hayáis elegido. Unas pequeñas figuritas de silicona que brillan en la oscuridad o unas gomitas de colores pueden quedar muy bien en tu bote sensorial casero.
  • Una vez hayas añadido todo esto, el siguiente paso es llenar de agua la botella para que se mezclen todos los “ingredientes” añadidos anteriormente.
  • Como paso final para dar por finalizada la botella sensorial ideal para tu peque, pon pegamento en el tapón y cierra bien la botella, así no se escapará el líquido y tu peque podrá agitarla sin problemas.

Deja que tu peque participe en el proceso de elaboración de su propia botella de la calma casera en la medida de sus posibilidades, para que se sienta motivado respecto a su uso y más vinculado al objeto en cuestión. Además, puedes decirle que se trata de un bote sensorial con poderes curativos y que, cuando se sienta nervioso o nerviosa, sólo con agitarlo y mirar atentamente su purpurina mágica podrá relajarse poco a poco y el enfado y los nervios desaparecerán por completo. Tu peque tiene el poder de controlar sus emociones desde muy pronto y con esta botella sensorial “mágica” podrá desarrollar esta facultad mucho antes.

Sin duda alguna, el paso a paso referente a cómo hacer botellas de la calma DIY es facilísimo y además, sólo necesitarás unos pocos materiales para hacerte tu propio bote sensorial. Así que te recomendamos que tú y tu peque os pongáis manos a la obra y probéis desde ya todos los beneficios que una botella sensorial puede tener sobre la gestión de los estados de ánimo de tu peque. No te decepcionará…¡palabrita de Montessori!

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