Educar sin gritar: realidad o leyenda urbana.
En Moraig the Store sabemos que esto es una realidad muy grande y además muy importante para la buena conducta y adecuada socialización de tu peque. Y ojo que no lo decimos sólo nosotros, sino que pedagogos tan importantes como Maria Montessori, quien destacaba especialmente la importancia y efectividad de educar sin castigar, respaldan los contenidos que tratamos en este post.
Está probado que las consecuencias de gritar y educar a tu peque con amenazas o castigos no son nada positivas, ya que generalmente esto genera falta de autoestima y autodeterminación en los niños y niñas, quienes pueden no sentirse bien valorados o podrían revelarse frente a la autoridad establecida si no comprenden el por qué de las cosas.
En muchos casos gritar o amenazar a tu peque por algo que ha hecho mal lo único que hará será empeorar la situación, ya que no le estarás enseñando a resolver los conflictos de una manera pacífica o dialogante, sino que simplemente lo coartas sin ninguna explicación razonable. Además, cuando gritas reflejas la pérdida de control de la situación, por lo que tu peque podría darse cuenta de ello e inevitablemente ir perdiendo la confianza en ti (además de que, con el tiempo, sólo te escuchará o te tomará en serio cuando levantes la voz).
Otro de los motivos por los que debes empezar desde ya a tener en cuenta nuestros consejos para educar sin gritar, es porque está demostrado que gritar y amenazar de forma continuada podría hacer que tu peque mostrara cierta agresividad o en determinados casos agravarla, algo que no debería darse bajo ningún concepto.
En lo que respecta a la educación de tu peque, gritar y amenazar no te va a llevar a ningún lado y sólo tendrá consecuencias negativas en su conducta, por lo que empieza desde ya a aplicar nuestros consejos para educar sin gritar y destierra de vuestro hogar las “malas maneras” para siempre.
Educar sin castigar, lo mejor para tu peque
Educar sin castigar es más que posible y son muchos los expertos que lo recomiendan (por no decir todos) ya que no se consigue nada a largo plazo a golpe de castigo o amenaza.
Lo primero que tienes que hacer para saber cómo educar sin gritos ni amenazas, y por ende sin castigos, es “reeducarte” a ti misma ya que muchas veces se tiene la concepción de que los padres somos una figura de autoridad y como tal debemos imponernos con castigos u órdenes que coarten la libertad de los más peques de la casa. Y nada más lejos de la realidad, porque la clave para educar sin castigar es el diálogo y el respeto mutuo. Has de conseguir que tu peque te vea como un modelo a seguir y como un soporte en el que encontrar apoyo, comprensión y sobre todo ejemplo. Y esto no se logra con gritos o castigos, sino con explicaciones y compartiendo tiempo de calidad en familia. No hemos de olvidar que cuando educamos a los más peques de la casa, lo que buscamos es que se afiance en ellos y ellas una conducta moral, ética, social y solidaria, siempre respetuosa con las normas y con los demás. Para conseguirlo, saber cómo educar sin gritos ni amenazas y aprender a educar sin castigar es la clave. Pero vayamos poco a poco, porque Roma no se hizo en un día.
Lo primero que debes hacer es marcarte unas pautas y asignar unas responsabilidades y deberes que todos tendréis que cumplir en el hogar. Tu peque recogerá sus juguetes y lavará sus manos antes de comer, y tú te encargarás de la colada para que su ropita esté limpia y de preparar sus deliciosas comidas. Explícale el reparto de tareas para que sea consciente de la importancia de cumplirlas todos por igual en la medida de vuestras posibilidades. Pero esto sólo es el primer paso de un largo y apasionante recorrido, así que sigue leyendo para descubrir nuestros consejos para educar sin gritar y empieza a convertir en una realidad el hecho de educar sin castigar.
10 consejos para educar sin gritar, por Moraig the Store
1. Mantén la calma ante situaciones de conflicto. Por mucho que tu peque pierda los nervios, él o ella sigue escuchando perfectamente durante sus rabietas o berrinches, por lo que trata de mantener la calma y no alzar la voz, explicándole las cosas tranquilamente sin gritar y que vea que no consigue alterarte poniéndose así.
2. Dale una explicación que pueda entender. Si ante una negativa tu peque se pone a gritar o llorar, trata de darle siempre una explicación razonable del por qué no se puede hacer aquello que pide. Esta es una de las claves sobre cómo educar sin gritos ni amenazas, hacerle entender a tu peque el por qué de las órdenes, responsabilidades o prohibiciones. Eso sí, recuerda adecuar las explicaciones a su corta edad, sino no te servirá de nada el esfuerzo.
3. Habla a tu peque en un tono positivo. Probablemente si consigues hacer esto, educar sin castigar será toda una realidad en tu hogar ya que tu peque verá las cosas con positivismo y no como una prohibición y obligación desagradable. Por ejemplo, prueba a decirle “eres bueno/a y sé que no te gustará hacer eso” en lugar de decirle que no quieres que lo haga sin más.
4. Intenta causarle respeto a tu peque y muéstrate consecuente con tus decisiones. Probablemente, cuando los niños y niñas son pequeños obedezcan ante gritos o amenazas, pero esto desaparecerá en la adolescencia. Es por ello que si consigues que tu peque te respete desde muy temprano y logras educar sin castigar, ya tendrás la mitad del camino hecho. Una recomendación muy importante es que tengas determinación en tus decisiones. Si le has dicho, por ejemplo, que no podría bañarse en la piscina si antes no terminaba su tarea, mantente firme en tu decisión y que entienda que debe cumplir con sus pequeñas responsabilidades, igual que tú lo haces.
5. Trata de ponerte en el lugar de tu peque de vez en cuando. No te olvides que los niños y niñas no son adultos, por lo que a veces requieren de explicaciones especiales y un poco más de paciencia. Este es uno de los consejos para educar sin gritar más importantes, ya que has de ser consciente de este hecho en todo momento.
6. Aprende a escuchar a tu peque. De la misma manera que tú quieres que tu hija o hijo escuche los motivos por los que puede hacer o no puede hacer una determinada cosa, tu peque también quiere y necesita sentirse escuchado y comprendido. Si pierde los nervios ante una determinada situación, anímale a que se calme y te explique el por qué de su rabieta. Tratar de dialogar con tu peque en la medida de sus posibilidades y en ciertos momentos críticos es una de las claves para saber cómo educar sin gritos ni amenazas.
7. Pasa tiempo de calidad con tu peque. En la educación de los más peques de la casa es muy importante pasar tiempo con ellas y ellos para que se sientan atendidos, queridos y tomados en cuenta. Deja a un lado las obligaciones laborales, la tablet, el ordenador y el teléfono móvil y pasa divertidos momentos con tu peque charlando con él o ella, haciendo manualidades juntos o compartiendo un tiempo de juego simbólico. Esto afianzará mucho vuestra relación y el hecho de educar sin castigar pasará a ser una realidad poco a poco.
8. Pide perdón cuando sea necesario. Seguro que más de una vez te has arrepentido de haberle regañado a tu peque o de alguna prohibición que otra un tanto exagerada por tu parte. Cuando seas consciente de un error de este tipo, aprende a pedir perdón a tu peque. Así tu peque será consciente de la importancia del perdón y lo integrará dentro de sus conductas para relacionarse con los demás. Dentro de las claves sobre cómo educar sin gritos ni amenazas, pedir perdón también es una parte muy importante. ¡Ponlo en práctica y pronto verás buenos resultados!
9. Susúrrale a tu peque. Ante una rabieta o problema de conducta de tu peque, prueba a susurrarle al oído qué no está haciendo bien y por qué quieres que deje de hacerlo. Aunque en principio pueda parecer contraproducente, está demostrado que cuando te acercas para susurrar algo a la oreja, llamas la atención del receptor, por lo que aunque pueda parecerte uno de los consejos para educar sin gritar más raros que has oído nunca, es bastante efectivo. ¡Pruébalo y nos lo cuentas!
10. Sé un buen espejo en el que mirarse. Recuerda que tu peque te tiene como referente por lo que has de tratar de ser un buen ejemplo para él o ella. No tiene mucho sentido que trates de explicarle el por qué debe de lavarse los dientes antes de dormir si tú no lo haces (por poner un ejemplo) y frente a este tipo de situaciones es más que probable que conseguir la fórmula perfecta sobre cómo educar sin gritos ni amenazas te resulte mucho más complicado. ¡Tu peque tiene el mejor ejemplo de conducta en casa, y ese eres tú!
Si pones en práctica los consejos para educar sin gritar que te hemos dado en este post y tomas consciencia de la importancia de educar sin castigar ni amenazar, vas a notar resultados muy positivos en las conductas de tu peque, no sólo a corto plazo sino también en el futuro, ya que durante los primeros años de vida los niños y niñas sientas las bases de su personalidad y su forma de relacionarse con los demás. Quítate ya la duda acerca de, educar sin gritar: realidad o leyenda urbana, y pon en práctica las recomendaciones de Moraig the Store sobre cómo educar sin gritos ni amenazas. Sabemos que educar sin castigar a los más peques de la casa puede ser una ardua tarea en determinados momentos, pero siempre es muy gratificante y recuerda que si siembras bien, recogerás muy buenos frutos.
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