¡Prepara tu outfit más aventurero! Porque tú y tu peque os vais de excursión. Puede ser la manera más sencilla de acercar tu familia al medio ambiente. Por si eso resulta complicado, te ofrecemos diez actividades sencillas para que tus peques experimenten y vivan más allá del asfalto. Al menos, de vez en cuando, ¿no?
Seguramente estés pensando en que podrás hacerle unas fotos geniales y que habrá risas y momentos geniales. Pero añadimos otros beneficios de acercarse al campo que también te gustarán: disminuye el estrés y la presencia de sentimientos negativos, fomenta la creatividad y la imaginación, promueve la autonomía y la psicomotrocidad, y desarrolla el aprendizaje a través de las experiencias sensoriales. No está nada mal, ¿verdad?
Pues vamos allá.
Aquí tienes diez propuestas para que a tu peque le encante la naturaleza:
- Crea un semillero en casa. Hay muchísimos tutoriales en YouTube para plantar todo tipo de semillas y que los peques las vean crecer. ¿Te acuerdas de lo que hacías tú con el yogur? Pues lo mismo. Si tienes espacio y ganas, igual te puedes meter en un pequeño huerto urbano en la terraza. Quizás para los peques más motivados. Aprenderán el proceso de crecimiento, verán cómo influye la meteorología y se harán responsables de cuidarlo y observarlo cada día.
- Si tu peque te pregunta por qué tienes varios cubos de basura, aprovecha la oportunidad para explicar en qué consiste el reciclaje. Otra manera de entender la transformación de los materiales es recorrer la casa buscando qué está hecho de madera, de papel, de plástico, de vidrio…
- El 22 de abril se celebra el Día de la Tierra. Muchas organizaciones o entidades presentes en tu ciudad van a organizar actividades para recordar la importancia de respetar la naturaleza. Busca un poco por internet, a ver si alguna te cuadra en tu agenda.
- Muestra de colores en la naturaleza hecha a mano. Esta es una idea genial para todas las edades, incluso los más pequeños. Puede que ya salgas con tus peques a hacer una pequeña excursión al monte, a los alrededores de tu ciudad o de tu pueblo… donde sea porque te vale para el parque. Necesitas un trozo de cartulina. Pega en ella un trozo de cinta de doble cara (en ferreterías o en los bazares la encuentras), cuanto más ancha mejor. Durante la excursión recopilad juntos trocitos de hoja, de palitos, pequeñas flores o piedrecitas. Así se llevará un recuerdo de la escapada hecha con sus manitas y podrá observar todos los colores presentes en su entorno.
- No solo de plantas vive la naturaleza y puede que tu peque ya haya mostrado pasión por los animales. En muchas ciudades existen zoos o centros parecidos. Podéis realizar una visita familiar pero nosotros también planteamos otra opción. Lamentablemente también en casi todas las ciudades hay albergues de animales abandonados. Acudir un día a verlos puede ayudar a los peques a plantearse ciertas cuestiones necesarias en su aprendizaje. Algunas de ellas tienen programas de voluntariado infantil para que haya una relación continuada con los animales.
- Ahora que todos llevamos un móvil en el bolsillo a todas partes, vamos a sacarle provecho. Enseñemos a los peques la belleza del silencio y de los sonidos. Prepara como actividad una pequeña excursión en tu entorno, a un parque o al monte. Y juntos id buscando sonidos que normalmente nos pasan desapercibidos. Tendréis que ir en silencio para observar con los oídos bien abiertos. Graba los sonidos para, luego en casa, recordar la experiencia y hablar de ella. Ya sea el viento, las hojas de los árboles, los pájaros o vuestras pisadas sobre las hojas de un bosque. ¿Y el chasquido de un palo que rompa con sus propias manos? ¿O de las olas del mar? Imaginación al poder.
- ¿Tu peque ha probado la equitación? Los caballos son animales fieles al ser humano por su propia naturaleza. Quizás al montar una tarde, cepillarlos o darles de comer surja una conexión especial entre la naturaleza y tu peque. Investiga. Hay centros de equitación preparados para acoger a familias y pasar un día estupendo.
- Abraza y descubre los árboles. El contacto directo con elementos naturales recarga la energía de papis, mamis y peques. Que no te dé vergüenza. Podéis jugar a elegir el árbol que más quiere después de abrazarlos a todos. Otra opción es explorar un árbol determinado con los ojos vendados durante un par de minutos. Luego, mueve a tu peque lejos del árbol elegido. Y tendrá que encontrar su árbol recordando sus texturas y su olor.
- Observar la luna y las estrellas. Vale, si tienes un observatorio cerca sería una pasada. Y si estás pasando un fin de semana en un camping o en una casa rural, también será accesible tumbaros a mirar el parpadeo precioso de las estrellas. Si estás en casa, busca un lugar agradable desde el que poder hacerlo. Cuanta menor iluminación artificial tengas alrededor, mejor será. Desde la terraza alta de un edificio o de tu propio bloque de edificios. Alucinarás cuando sea tu peque quien señale a la luna durante el día, recordándote lo bonito que puede ser parar un momento y mirar hacia el cielo.
- ¿Y si llueve a mares y hay que quedarse en casa? Recupera cositas que hayáis recopilado en excursiones previas. Esas piedras que se empeñó tu peque en traer pueden convertirse en casas o en coches con un pincel y algunas pinturas acrílicas. O con las conchas recogidas de la playa se puede preparar un collage estupendo. Será una buena excusa para hablar juntos de lo bien que lo pasásteis ese día.
Todas las propuestas son para divertirse durante unos minutos o unas horas. Si tienes más activo tu lado campestre, ir de camping siempre es una aventura extraordinaria para los peques.
Hagas lo que hagas, ellos comprenderán el amor y el respeto que tienes al medio ambiente. Una cosa más para compartir y crear juntos recuerdos maravillosos.
Por último, nos gustaría dejarte un interesante link de pinterest en el que podréis encontrar muchísimas ideas relacionadas con el tema de este post.
Muchas gracias por visitar nuestro blog, hasta pronto. 🙂
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