Árbol musical circuito de canicas 37 cm.
¿A qué niño no le gusta jugar con pistas de canicas? Es un juego tradicional que ha ido pasando de generación en generación y que nunca pierde su atractivo. Las canicas tienen algo que atrae tanto a grandes como a pequeños. Será por su forma, por sus colores o por el sonido que hacen al rodar. O quizá por las posibilidades casi infinitas de juego que ofrecen.
Una de ellas es la de jugar con ellas en pistas de canicas. ¿Aún no las has probado? Te van a encantar. Para los peques es muy divertido e interesante dejarlas caer y comprobar cómo van superando obstáculos hasta que llegan a su destino.
Es un juego ideal a partir de los tres años, que es cuando dejan de llevarse a la boca todo lo que encuentran a su paso. Es un momento del desarrollo en el que la curiosidad es máxima. Les encanta manipular objetos y exponerles a distintos tipos de procesos para ver cómo reaccionan. Es decir, comprobar la causa – efecto de sus actos.
Por eso las pistas de canicas como ésta tan molona de Small Foot son tan beneficiosas en esas edades y además les encantan.
Este tipo de juguetes les ayuda a desarrollar la psicomotricidad fina y la coordinación mano - ojo. Deben coger con sus manitas las canicas, que no se les escapen y meterlas por el agujero inicial. A partir de ahí, lo divertido es seguirlas en su recorrido mientras disfrutan del sonido que hacen al rodar, caer y solventar los obstáculos.
Un circuito de canicas muy completo
Este circuito de canicas de Small Foot lo tiene todo para captar su atención y divertirles durante horas. En primer lugar, porque es precioso. Está fabricado en madera y cada fase es de un color brillante y llamativo.
La madera otorga calidez al juguete y además hace que el sonido que hacen las canicas al caer sea totalmente hipnótico.
Otra de las grandes ventajas de esta pista de canicas es que tiene nada menos que seis fases distintas de caída. Son plataformas en las que las canicas se entretendrán durante un tiempo. De esta forma el juego es más emocionante y cada tirada dura más.
Al final del todo, hay un receptáculo donde se quedan las canicas al caer, para que no salgan despedidas y se desperdiguen por la habitación. Un punto muy a tener en cuenta si no quieres pasarte la mañana o la tarde buscándolas por todos los rincones.
Las posibilidades de juego son múltiples. Este juguete incluye cuatro canicas, por lo que la diversión se multiplica por cuatro. Los peques pueden tirarlas de una en una, esperando a que cada una de ellas realice el circuito al completo, o lanzarlas seguidas y ver cómo caen juntas. O esperar a que la primera alcance el primer remanso para lanzar la segunda…
Seguro que a tu peque se le ocurren mil formas más de sacarle partido a esta pista para canicas y de hacer mil y una pruebas para ver qué pasa en cada una de ellas. ¿Qué pasa si le añadimos aún más canicas?
Es ideal como regalo de cumpleaños o para las Navidades. Este circuito para canicas será seguro uno de los juguetes que logra captar su atención y entretenerle durante más tiempo. Y probablemente a ti también te va a encantar jugar con él a tirar las canicas por el circuito. Es muy divertido y hasta terapéutico verlas bajar, rodar por los obstáculos y caer con ese sonido tan adictivo.